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El mes de noviembre es en Asturias el mes de los amagüestos.

Un amagüestu (también llamado magüestu o magostu) es una fiesta, una celebración en la que nos reunimos con la excusa de comer castañas asadas y beber sidra dulce. Pero no es solo eso. El amagüestu en Asturias lleva implícito tradición, historia, superstición y valores tan importantes como la convivencia. Parece ser que su origen proviene de los celtas, como muchas de las tradiciones de la zona norte de España, y que tiene mucho que ver con el día de los difuntos. En todo caso, marca para todos la entrada de lleno en el otoño.

Castañas

Imagen de http://enllinguaasturiana.blogspot.com.es

 

Previo a su celebración, hay que recoger o pañar las castañas (lo que en Asturias se conoce como ir a la gueta”) y las manzanas. En ocasiones ya esto se convierte en un acontecimiento en sí mismo.

Muchas familias aún amagostan en casa, asando las castañas en el horno de sus cocinas de leña o carbón y “pisando” la manzana en los pequeños lagares que tienen en sus casas. Son éstas celebraciones más entrañables en las que charlar, recordar anécdotas y, en ocasiones, honrar a los miembros de la familia que ya no están. En este sentido, existe una tradición por la que las castañas que sobran se suelen tirar al suelo diciendo: «¡Esto ye pa que xinten los difuntos!«, es decir, «¡Esto es para que coman los difuntos!».

Castañas y sidra dulce

Imagen de https://lacorredoriasuena.com

Pero los magüestos más conocidos y esperados son los que se celebran en los pueblos y ciudades asturianas y que muchas veces están abiertos a todo el mundo. Son organizados por amigos, asociaciones de vecinos, asociaciones culturales… Aquí reina la música de gaita, tambor y pandero, los cantos populares (cancios o cantares), los bailes tradicionales, los juegos infantiles y el ambiente festivo en general. Las castañas se asan normalmente en un tambor con el fuego y las brasas de una hoguera y se sirven en cucuruchos de papel de periódico. La sidra dulce puede ser elaborada en directo, para el disfrute de niños y mayores, o haber sido traída de alguno de los múltiples llagares de la región. Eso sí, debe ser recién “pisada” para mantener su dulzor, olor y textura tan especiales.

 

Desde finales de octubre y durante el mes de noviembre, son muchos los amagüestos que se organizan a lo largo y ancho de Asturias. Si tienes la suerte de estar en la región en estas fechas, no dudes en acercarte a alguno para conocer de primera mano lo que allí se vive.

¡Larga vida al amagüestu en Asturias!

Marcos

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