Skip to main content

Vas a estar en Oviedo, tienes pocas horas, apenas un día, y no quieres perderte sus imprescindibles. Todo el mundo te cuenta maravillas de su gastronomía, su cultura o sus múltiples esculturas, pero no sabes cómo vas a conseguir ver, descubrir, probar todas esas recomendaciones sin perder la cabeza (o al menos el aliento).

Bien, no te preocupes, aquí estamos para contarte qué hacer en Oviedo con un tiempo muy limitado. Vamos por orden, optimicemos el tiempo. ¿Preparado?

  • Empezaremos la visita en nuestro Aparthotel. Si has pasado la noche en nuestros apartamentos y tu visita comienza a la mañana siguiente, te recomendamos tomarte un buen desayuno para coger fuerzas. ¿Que acabas de llegar y quieres visitar la ciudad para luego descansar llegada la noche? Puedes pasarte a dejar el equipaje para ir más ligero. Nosotros te lo guardaremos en consigna o te daremos la llave del apartamento si ya está listo a tu llegada. Ponte un calzado cómodo, pídenos un mapa si lo necesitas y vamos allá.
San Julián de los Prados

San Julián de los Prados

  •  Bien, ¿todo listo? Empezaremos con una visita a una de las joyas de la ciudad: la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados o Santullano. Está situada a 2 minutos de nuestro Aparthotel, rodeada por el Parque de Santullano. Quizá no lo sepas, pero el conjunto monumental de Oviedo está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El interior de la iglesia puede visitarse, pero te recomendamos consultar antes sus horarios, ya que gran parte del año solo admite visitas durante la mañana. Puedes contactar con la Oficina de Información Turística o consultar este enlace.

Si quieres más información sobre el prerrománico asturiano en Oviedo, puedes consultar nuestro blog en el que hemos escrito varios posts al respecto.

 

  •  Nos dirigiremos ahora al centro de la ciudad. Para ello volveremos al punto de partida para desde ahí cruzar hacia la calle Víctor Chávarri que te llevará directamente al corazón de Oviedo. Pasarás al lado de la Calle Gascona, pero intenta evitar la tentación. Más tarde te guiaremos hasta allí. Sigue recto y llegarás al Teatro Campoamor y al principal eje comercial de la ciudad, con las calles Pelayo y Uría como protagonistas. El centro de Oviedo está plagado de edificios preciosos, así que no te pierdas detalle.
Teatro Campoamor

Teatro Campoamor

  •  El Teatro Campoamor es conocido principalmente por ser la sede de la entrega de los Premios Princesa de Asturias, pero también por sus afamados ciclos de ópera y zarzuela. La actividad cultural se sucede durante todo el año, así que si crees que puede quedarte un hueco en esta visita relámpago, no dejes de echar un vistazo a su programación.

Frente a la puerta de entrada, dos esculturas: “Esperanza caminando” y el llamativo “Culis Monumentalibus”, obra del escultor Fernando Botero. Quizá te sorprenda, pero sí, es eso, un rotundo trasero. El arte es así…

En un lateral del teatro vemos otra escultura más, “La pensadora”, junto a  uno de los símbolos de la ciudad: un roble (o como decimos en Asturias, un carbayu). Este árbol fue plantado en honor al vetusto roble que antiguamente presidía la calle Uría y del que procede la denominación de carbayones que se da a los ovetenses (y también a uno de los dulces tradicionales de Oviedo que no puedes dejar de probar). En el lugar donde se erigía ese carbayón original hay hoy una placa conmemorativa.

 

  •  Ahora mismo la podremos ver, solo tendremos que avanzar unos metros más et voilà! La Calle Uría  bajo nuestros pies. A un extremo, la Junta General del Principado y la Plaza de la Escandalera, al otro la Estación del Norte, y frente a nosotros el Campo de San Francisco.

Avanzaremos unos metros, justo hasta la confluencia con Milicias Nacionales, donde se encuentra la ya famosa escultura de Woody Allen. Allen fue Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el año 2002 y, tras su visita a la Oviedo, le dedicó las siguientes palabras: «Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera… Oviedo es como un cuento de hadas». La placa que acompaña a la escultura nos recuerda esas palabras.

Campo de San Francisco

Campo de San Francisco

  •  Bien, conozcamos ahora el Campo de San Francisco. Con una superficie de 90.000 m2 alberga diversas esculturas (como la de Mafalda, erigida en honor de Quino, su creador y Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2014), fuentes, un pequeño estanque con patos, tortugas y peces (parada obligatoria si vas con niños), zonas de ocio infantil, un quiosco de la música… Y por supuesto, una gran variedad de árboles y plantas entre los que podrás ver ardillas e incluso varios pavos reales que viven en total libertad dentro del parque.

 

  •  Tras este breve paseo, volveremos a la calle Uría y nos dirigiremos hacia la Plaza de la Escandalera. Pero antes de cruzar hacia allí, fíjate en el palacio que verás frente a la esquina del parque, en la confluencia de las calles Uría, Fruela y Marqués de Santa Cruz: es el edificio de la Junta General del Principado, sede del gobierno regional. Si visitas la ciudad en agosto o diciembre quizá tengas la suerte de poder coincidir con las jornadas de puertas abiertas que cada año permiten realizar una visita a su interior.

 

  •  Hecho este inciso, nos dirigiremos a la Plaza de la Escandalera. En el centro de la misma, la escultura “La maternidad” de Botero preside con sus rotundas formas. A pocos metros la acompañan los asturcones de Manuel Valdés Blasco. El asturcón es una raza de caballo autóctona del Principado de Asturias que se caracteriza, entre otras cosas, por su pequeño tamaño.

 

  •  Continuaremos por la Calle San Francisco, donde veremos el edificio histórico de la Universidad de Oviedo. Al final de la calle, la Plaza Porlier, con la escultura “El regreso de Williams B. Arrensberg”, de Eduardo Úrculo, más conocida como “El viajero”. A pocos metros de ella, el Teatro Filarmónica, los Palacios de Valdecarzana, Camposagrado y del Conde de Toreno y la impresionante Catedral de Oviedo. Pero espera, ahora llegaremos a ella, aunque lo haremos dando un pequeño rodeo.
Plaza Porlier

Plaza Porlier

  •  Nos adentramos en la Plaza del Riego, con el Palacio de Bernaldo Quirós, y tomaremos la Calle del Peso, llegando a la Plaza de la Constitución. Aquí se encuentra la Iglesia de San Isidoro, el Mercado de El Fontán y el Ayuntamiento de Oviedo (además de la Oficina de Información Turística). Atravesaremos los arcos bajo el ayuntamiento para dirigirnos a la catedral por la calle Cimadevilla (a la derecha hay una pequeña calle que lleva a la Plaza de Trascorrales). Al final de esta calle, se alza el Museo de Bellas Artes de Asturias. Toma nota y no dejes de incluirlo en tu próxima visita, ya que merece muchísimo la pena. Y además la entrada es gratuita.

 

  •  Y por fin, la Catedral de Oviedo, presidiendo majestuosa la plaza de Alfonso II El Casto en la que también se encuentra la escultura de La Regenta. Obsérvala, fotografíala y, sobre todo, hazle hueco junto con el Museo de Bellas Artes para tu siguiente visita ya que es imprescindible ver su interior, su impresionante retablo, sus capillas, el claustro… Y por supuesto la Cámara Santa, donde se guardan tesoros como la Cruz de la Victoria, la Cruz de los Ángeles, la Caja de las Ágatas o el Arca Santa, que contiene reliquias como el Santo Sudario.
Catedral de Oviedo

Catedral de Oviedo

 

  • Ahora sí, después de este largo paseo, te has ganado probar la gastronomía asturiana. Vamos para ello a la Calle Gascona, situada a unos 300 metros de la Plaza de la Catedral. Toma asiento,  toma aliento y toma un culín de sidra. Y ojo, que ahora llega una dura decisión: tendrás que elegir entre los riquísimos platos de la región: fabada, pote, cachopo, mariscos y pescados del Cantábrico, carnes asturianas… ¡y recuerda dejar un hueco para el postre!

 

  •  Como colofón a la visita, una vez hayas catado la cocina asturiana y descansado del largo paseo de la mañana, puedes rematar la visita acercándote al Monte Naranco, donde se encuentran las iglesias prerrománicas de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. Puedes acceder en coche (hay un aparcamiento gratuito), en autobús (línea A2 desde Calle Uría) o en taxi. Pasa por el Centro de Interpretación del Prerrománico Asturiano para conocer toda la historia de estas joyas arquitectónicas y acércate a pie hasta ambas. Disfrutarás además de unas increíbles vistas de la ciudad que ya está esperando que vuelvas a visitarla.

Una vez más, te recomendamos consultar los horarios tanto de los monumentos como del centro de interpretación.

San Miguel de Lillo

San Miguel de Lillo

Bien, ya hemos visto casi todos los imprescindibles de Oviedo. Al menos, los que podemos abarcar en una visita tan breve. Si te queda tiempo y fuerzas, puedes visitar algún otro punto emblemático de la ciudad (Palacio de Congresos de Calatrava, Calle Rosal, Iglesia San Juan el Real, Monasterio de San Pelayo, Fuente de Foncalada, antigua muralla romana, antiguo acueducto…) o quizá, de manera más relajada, pasear por la zona comercial o visitar alguna de las famosas confiterías de Oviedo.

El final del día ha llegado y toca volver al aparthotel. Puedes descansar un rato en el hall del hotel mientras lees o revisas tus fotografías o tomar algo en nuestra cafetería.

 

Si te has quedado con ganas de más, cosa que no dudamos, permanece atento porque en el próximo post te contaremos otras muchas opciones en la ciudad para quienes vienen con más tiempo. ¿Te apetece?

 

One Comment

Leave a Reply